Disfrutar de una bebida vegetal no solo brinda una alternativa saludable y sabrosa a la leche de vaca, sino que te aporta beneficios nutricionales.
Existen muchas de estas bebidas de origen vegetal, algunas de las cuales se hacen a base de pseudocereales como la quinoa. También pueden elaborarse de cereales como avena o arroz; del kamut (una variedad de trigo) o el teff (de origen africano). Incluso de frutos secos como castañas o nueces. La horchata se fabrica a partir de un tubérculo llamado chufa, cuya producción mundial viene en gran parte África, aunque en España se cultiva principalmente en Valencia.
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¿Cómo elaborar una bebida saludable de avena?
La ventaja de este tipo de bebidas es que se pueden elaborar en casa, con lo que obtenemos bebidas saludables y a la vez muy frescas.
Necesitarás dos tazas de avena en granos o copos y un litro de agua para obtener una consistencia media, pero puedes usar menos agua si deseas una bebida más espesa. Añade una pizca de sal para realzar el sabor.
Los granos o copos se remojan durante doce horas, refrigerados. A continuación se licuan con agua hasta que la mezcla quede homogénea. En este momento se puede añadir, si lo deseas, miel o canela. Utiliza un colador fino para separar la leche de los sólidos, removiendo y apretando con una cuchara. Guárdala refrigerada para que dure tres o cuatro días.
Bebidas vegetales de avena y sus beneficios
¿Cuáles son las cualidades nutricionales de la bebida vegetal de avena? A continuación te hablamos de algunas.
- La presencia de fibra abundante mejora el tránsito intestinal.
- Permite un mejor control de la glucemia debido a que sus carbohidratos complejos la estabilizan.
- Contiene ácidos grasos omega 3 y 6, por lo que contribuye al control del colesterol.
- La vitamina B y el sílice que aporta son nutrientes del sistema nervioso, con lo que mejoras la memoria y la ansiedad.
- Aporta yodo, fundamental para el funcionamiento de la glándula tiroides, que controla el metabolismo.
- Previene la aparición de cáncer de mama y de colon.
Algunas precauciones
Algunas personas pueden presentar alergia a las proteínas contenidas en la avena, por lo que su consumo estaría restringido. Si eres celíaco o alérgico al gluten, debes asegurarte de que la etiqueta mencione que es libre de gluten, ya que aunque la avena no lo tiene, durante el procesado o empacado puede producirse contaminación.
La leche de avena es una bebida vegetal deliciosa y nutritiva que constituye una excelente alternativa a la leche de vaca. Carece de grasas saturadas y por ello evita inconvenientes como obesidad, acné o lesiones de las arterias. No contiene lactosa, causante de intolerancia, ni antibióticos o bacterias que en ocasiones contaminan la leche de origen animal. ¿Aún no la has probado?
Ingredientes
- 1 litro de agua caliente 60 a 80 ºC
- 50 gramos de copos de avena o 40 gramos de grano crudo
- 1 pizca de sal opcional
Elaboración paso a paso
COPOS:
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Rellenar un recipiente con 1 litro de agua caliente.
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Introducir los copos. Y opcionalmente la sal, el potenciador de sabor preferido y un endulzante (dátiles, pasas, coco, sirope de agave o de arroz, stevia, etc).
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Introducir la batidora de mano y batir durante 2 minutos.
GRANO CRUDO:
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Comenzar poniendo 1/2 litro de agua caliente en un recipiente.
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Introducir los granos crudos. Y opcionalmente la sal, el potenciador de sabor preferido y un endulzante (dátiles, pasas, coco, sirope de agave o de arroz, stevia, etc)
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Introducir la batidora de mano y batir durante 2 minutos.
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Añadir el 1/2 litro de agua restante y batir otros 10 segundos para homogeneizar bien la bebida.
COPOS Y GRANOS:
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Dejar macerar entre 5 y 10 minutos.
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Introducir toda la mezcla en una bolsa para leches vegetales y colar la bebida con la misma. Al final del filtrado, apretar bien la bolsa para aprovechar hasta la última gota. Cuanto más fuerte apretemos más aprovecharemos el líquido de la bebida vegetal.
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Dejar reposar unas dos horas en la nevera para que asienta su sabor.
A tener en cuenta
Las semillas no hay que remojarlas pero si que hay que limpiarlas bien.
Las calorías están calculadas según 1 ración individual (250 ml).
La temperatura ideal está entre 60 y 80 ºC. Para saber cuando el agua está a esa temperatura, es justo antes de que rompa a hervir. Si ya está hirviendo se puede dejar reposar 5 minutos y su temperatura bajará lo suficiente para que la podamos usar.